regocijadamente departían en una noche de invierno
seis alegres bohemios, según “Aguirre y Fierro”,
y después de haber hablado 4, dijo: solo faltaba Arturo,
¿por qué si eran seis, hablaron cinco?...
Yo os lo voy a decir ahorita presto:
Empezaron a libar desde temprano…
Y como siempre sucede en las cantinas,
hubo risas, bromas, versos y copas…
De los seis que libaban esa noche,
y que de inmensa alegría hacían derroche;
un soldado entre ellos destacaba…
era joven…bohemio, enamorado…
pero ante que todo, repito: ¡era un soldado!
Él pensaba también hacer un brindis,
pero habiendo a tomar muy temprano comenzado;
sin darse cuenta y sin él quererlo…
profundamente se quedó dormido.
Así es que el brindis que había pensado,
en su cerebro se quedó escondido;
si “morfeo” y “baco” lo hubieran permitido,
he aquí; lo que el joven soldado hubiese hablado:
Ya brindaron Ustedes por la vida…el amor y por las
flores…
y lo hicimos también por las mujeres…
ya brindaron por el año que comienza,
y lo hicimos también por la esperanza…
ya Raúl brindó por su pasado,
y Juan lo hizo por la prenda amada…
y Arturo, nuestro amigo más noble;
el bohemio más puro e inspirado...
al evocar de nuestra existencia al ser más sagrado,
hizo sentirnos su dolor… y hemos llorado.
Ahora yo voy a brindar con su permiso:
como todos sabéis, yo soy soldado;
y como tal, para mi existe algo aún más sagrado…
una madre también, pero ¡más grande!
por la madre que aun después de muertos
en su lecho nos guarda para siempre…
¡por la madre que palpamos y que siente
lo que hacemos sus hijos mexicanos!
Yo brindo por la patria, compañeros;
por mi patria adorada y respetable,
por la patria que a amarla me enseñaron desde niño;
y a la que amo y amaré toda la vida…
¡por la patria y lo que representa!
yo la quiero, lo siento desde niño;
porque en ella nací, mi patria santa
y por sentirme de ella más amado
y servirle mejor…¡soy un soldado!
Pertenezco al Ejercito que vela
porque nunca jamás sea mancillada,
porque íntegra sea e independiente;
porque nunca sus leyes sean violadas
aunque riegue en el suelo de sus hijos sangre ardiente.
Porque ayer, al jurarle a mi bandera,
serle fiel a mi patria hasta que muera;
le he entregado mi fe, mi amor, la vida entera;
y si volviera a nacer a Dios pidiera,
otra vez a la patria, como soldado le sirviera.
Quisiera que sintieran lo que yo siento,
que pudiera burlar en su alma el sentimiento…
que emocionados como yo: griten al viento…
¡te amo patria, como nunca amara!
¡te amo patria, porque eres mía!
porque tú eres mi llanto y mi alegría.
¡Patria, patria mía!
con mi risa y mis lágrimas de hombre,
tiemblo de amor al pronunciar tu nombre;
al venerar tu lábaro y al escuchar de tu himno…
“que pienses patria que en cada hijo,
un soldado te dio nuestro suelo;
que recibas laurel de victoria,
que te cubran guirnaldas de oliva,
¡patria, patria hermosa,
que amaré mientras vida!
en 1985 mi Teniente Coronel Juan Barraza Beltran me regalo una copia de esa poesía que escribió en 1967, cuando era Capitán Segundo de Infantería en Minatitlan Veracruz, épica, única, mi gratitud a el que es un amante de la poesia y autor, me fascinaba la poesia que en ese tiempo creo y adapto al Toque de Silencio. Si alguien me puede dar informacion de el se los agradecere. hoy en mi muro escribi de el, por eso meti su nombre en el buscador y di con esta gran poesia, mi carino y aprecio a ese gran hombre!!!!
ResponderEliminarEstimado Luis Enrique, coincido contigo sobre la opinión del Teniente Coronel Juan Barraza Beltrán, no tuve la fortuna de conocerlo como tu. A mi me habló de Él, el Teniente Coronel José Velez, incluso me facilitó este poema que comparto con mucho cariño para que se sepa más de Juan Barragán. A José Velez ya no lo volví a ver desde 2002, tiempo que compartimos amistad en el ayuntamiento de Zapopan.
ResponderEliminarMuy hermosi
ResponderEliminarA ver si alguien tiene una copia del toque de silencio que también es del Jefe Barraza, Atte. Bernardo Montelongo Zapata
ResponderEliminarConocí y tuve el honor de trabajar bajo su mando en el 49/o.Btn. de Inf. Con sede en Atoyac de Álvarez, Gro. En 1978, año en que cause alta como soldado en citada unidad
ResponderEliminar...más que una poesía, es un sentimiento... gracias por compartirla.
ResponderEliminarHermosa poesía y el gran amor a la Patria que él le profesaba. Soy de las Fuerzas Armadas pero de Armada de México hermano de uds. Un fuerte abrazo.
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